Mi papá si puede volar

Hace años que me entró el gusanito de escribir un blog.

Un día, abrí éste y después me tardé mucho tiempo en decidirme a empezar a escribir en él. No sabía muy bien cómo o con qué empezar. Como en muchas ocasiones en mi vida, dudé de mí y de qué tan relevante sería lo que podía plasmar aquí o qué podrían pensar los que lo leyeran…

También como en muchas otras ocasiones en mi vida, mi papá fue la razón que me decidió y me dio el empujoncito que faltaba. Mi papá me ha enseñado siempre a atreverme, a ir para adelante y a no dudar de mi y de mis capacidades.

Tiempo después, sin que él siquiera lo supiera, fue también él quien me hizo decidirme a escribir de nuevo mis primeros posts. Lo primero que publiqué fue una carta que hice para entregarle después de acompañarlo a recibir uno de los muchos reconocimientos que ha tenido en su trayectoria profesional y al papel que jugó en el proceso de Concurso Mercantil de Mexicana de Aviación, por parte del Colegio de Pilotos Aviadores de México. Fue una ocasión más para reconocer al gran profesional y al maravilloso ser humano que tengo como papá.

Hoy es su cumpleaños… y retomo el tema y algunas de esas palabras para que nunca olvide lo valioso que es y que sin importar cualquier obstáculo que haya enfrente, lo vamos sobrepasar juntos. Y también, para que quien lo lea conozca un poquito sobre este increíble hombre al que Dios me envió como papá. Es una bendición tenerlo hoy conmigo para celebrar juntos un año más de vida.

Se dice que “los pilotos son una clase aparte de humanos; ellos abandonan todo lo mundano para purificar su espíritu en el cielo, y únicamente retornan a la tierra después de recibir la comunión de lo infinito.”

No hay duda de que el motor es el corazón del avión, pero el piloto es el alma que lo gobierna.

Las familias de los pilotos, como la mía, siempre nos hemos considerado especiales. Esta es una profesión que llama mucho la atención y que es el sueño no cumplido de muchos.

Pero mi familia no solo cuenta con un piloto cualquiera. Mi papá es un piloto ejemplar; su carrera ha sido impecable en cada puesto y en cada responsabilidad que se le ha otorgado a lo largo de casi 40 años.

Es un hombre disciplinado, responsable y enfocado. Pero lo que lo hace aún mejor en su profesión es que la vive con una pasión excepcional. El avión es parte de él y cuando no está volando, está hablando de aviones, estudiándolos y siempre redescubriéndolos aún después de tantos años.

Quienes han tomado clases con él en los muchos periodos en los que ha sido asesor, saben que para Roberto no hay detalle que se escape. Conoce cada rincón de los sistemas, quiere saber cómo y para qué funciona cada fusible y le apasiona compartir ese conocimiento con los demás.

La bendición que tenemos en casa es que además de tenerlo como piloto, lo conocemos como ser humano.

Sus amigos saben que es leal, incondicional y entregado. Es un hombre íntegro, comprometido y con una gran sabiduría.

Sin importar los obstáculos y todas las pruebas que hemos vivido en esta familia, mi papá ha sido siempre un pilar firme y confiable. Dentro de él hay un corazón lleno de humildad, cariño, paciencia y serenidad que nos ha entregado a manos llenas como hijo, hermano, esposo, papá y suegro.

En los últimos siete años, hemos descubierto también su vocación de abuelo, que se desvive por la alegría de sus nietos. Sofia y Santiago lo quieren y lo admiran con toda su inocencia; mis hijas Andrea y Maria José lo aman desde sus pequeños corazoncitos y él es dueño de toda la atención, los abrazos y besos cuando está cerca. Ahora ellos cuatro también miran al cielo y se despiden de su abuelo al ver pasar los aviones, como lo hacíamos sus hijas hace algunos años.

Ha sido apoyo incondicional, ejemplo intachable de fortaleza y esfuerzo, hombro para llorar y desde su muy propia forma de ser, consuelo y seguridad en todo momento.

Para las niñas, su papá es siempre un héroe… la diferencia es el mío, si puede volar.

Pa, hoy celebro el privilegio de tenerte como pilar de esta familia. Todo mi amor, admiración y respeto para mi héroe. Te amo muchísimo! Feliz cumpleaños!